Las invitaciones de la boda se hicieron de cajas de cerillas en forma de casas pequeñitas con las fotos de Leonid y Dilyara, y con un pequeño pergamino sujetado con el texto de la invitación.

Cuando sueñas con todo el corazón, cuando él se hace más fuerte, y ella se transforma en sus alas, cuando estos dos se complementan uno al otro, y cuando todos los obstáculos no son nada... Nace algo nuevo, algo, que no existía antes.

Una boda en San Peterburgo

Hasta los extranjeros saben que  San Peterburgo es una ciudad magnífica, con influencias europeas, pero con el encanto típico ruso. Pasar el día de  tu boda en la capital cultural de Rusia resulta atrayente para muchos.

Conocimos a Marina y Jenya hace mucho tiempo ya. Marina es una estilista popular en Kazán, y Jenya es director artístico de un teatro juvenil. Habían vivido juntos durante unos años, pero Marina no quería casarse por ciertas razones.