La primera era que no lo necesitaba, que vivían felices sin todo esto. La segunda razón era el dinero. 

A pesar de todo, en los primeros días de julio ellos decidieron presentar la solicitud de matrimonio en el Registro Civil y vinieron para contarnos que iban a casarse, aunque solo nosotros lo sabríamos, y que no querían hacer ninguna boda. 

Pero yo logre convencer a la pareja para organizar una boda preciosa e única con los gastos mínimos.

Se casaron hace tres años, pero Marina todavía se emociona mucho viendo el video, y cree que ése fue el mejor de su vida. 

Aquí esta su pequeño relato: 

“...Yo siempre me había imaginado la boda como un evento trivial, por eso deseaba que la mía fuese sin estereotipos, y sin clásicos animadores. Además, todos nuestros invitados eran  personas creatívas y con sentido del humor, y Jenya y yo no queríamos que se aburrieran participando en concursos antiguos. Esta fue la razón por la que elegimos el Parque del Museo de Bellas Artes de Kazán para la celebración del banquete, y con un gran porcentaje de improvisación. Por supuesto todo tipo de improvisación debe ser bien planeada, pero no nos preocupábamos nada de eso, porque habíamos pedido ayuda a Daria Bikbaeva, la propietaria de la agencia de organización de bodas «Wedding-VIP». Todos nuestros invitados y nosotros mismos olvidamos de la preparación nupcial antes y durante la boda, sin dejar de admirarnos por las maravillas que habían diseñado los organizadores. Lo único que hicimos nosotros mismos y, además, a mano, eran las invitaciones de boda. Con un mucho gusto mi marido y yo se las entregamos a nuestros invitados.

Las sorpresas habían empezado antes de la boda. Tuvimos suerte de hacernos modelos de uno de los mejores  fotógrafos nupciales rusos, Alexandr Nozdrin.  Era una aventura especial y también como ensayo de la ceremonia. Una tienda de moda nos alquiló los lujosos trajes de boda y entendimos que llevarlos era todo un arte, y que no era fácil tener un aspecto natural con ese tipo de ropa. 

El vestido para la ceremonía nupcial  lo crearon en  la Casa de Moda de Katya Borisova en Kazán. La verdad es que rara vez llevo vestidos, por eso yo quería encontrar un diseño único que me haría brillar con luz propia, como la de una estrella. Katia leyó mis pensamientos e hizo un vestido de novia elegante y precioso del que estoy muy agradecida. La estilista Svetlana Petrova realizo dos tipos de maquillaje distintos, uno para la sesión de fotos y otro para el día de la boda. 

El día de ceremonia fue así: 

...Aparecí en el Parque junto a padre en un cabriolet rojo.  Los invitados y el novio nos estaban esperando con anhelo. Al son de violín mi padre y yo nos dirigimos lentamente al altar. Los aplausos, la lluvia de los pétalos blancos, el parque adornado en blanco, y, al final del pasillo me esperaba mi cariño con un ramo exótico en las manos. Luego todo me pareció un sueño. Después del sacramento e intercambio de anillos Jenya cantó para mí, me llevó en brazos, bailó conmigo... 

Los diseñadores habían conseguido un milagro, el parque era igual de bonito por el día como por la noche. Gracias a la especial iluminación y a la decoración del parque,  todo pareció el cuento y cada hora que pasaba era más maravillosa. El día más feliz de mi vida se acabó con la sesión fotográfica de nuestra boda hecha por el fotógrafo Oleg Samóilov. Todos miraron a la cúpula de la carpa que de la que se desprendió una pantalla gigante en aquél momento. 

¡Gracias a toda la gente que ha participado en la organización de este cuento lleno de milagros!