Teníamos que encontrar una playa silenciosa para la ceremonia simbólica, encontrar el mejor lugar para instalar la carpa, planear todo el día de boda y para los novios e invitados, encontrar las prendas de los diseños necesarios, a los músicos y un elefante :)
También era necesario hacerlo todo con la mejor calidad posible y gastando el mínimo de dinero.
Además, era muy importante analizar el movimiento del sol para que este fuera el aliado de los cámaras. Precisamente por este motivo en el ensayo final de la boda deben estar presentes todos los miembros del equido nupcial.
El recibimiento en el aeropuerto:
Nos preparábamos sin descanso, porque la fiesta debía comenzar nada más aterrizar los novios en este hermoso país
Nos pusimos los trajes de los aborígenes. Durante toda la noche recogimos los pétalos de los árboles y aprendimos el baile. Fue muy divertido. Pero tuvimos miedo de que nos echaran del aeropuerto con todo esto :)
¡Pero todo fue perfecto! Nuestro baile alegró a toda la gente del aeropuerto, y Leonid y Dilyara fueron sembrados de flores tropicales. Limpiamos rápidamente toda la basura y nos pusimos en marcha en nuestro gran viaje tailandés!
Todo el día lo dedicamos a la preparación del acontecimiento del día siguente. Todos juntos compramos la ropa blanca, y para la novia Dilyara también el segundo vestido y el bañador de boda. Comimos muy bien y nos relajamos en el SPA. El principal vestido y el sombrero de boda para Dilyara lo había hecho una diseñadora conocida Alena Yakim en Kazan. El traje del novio también había sido fabricado de antemano.
La ceremonia:
Todo empezó a las 6:30 de la madrugada, porque sólo a estas horas la playa estaba totalmente vacía, el sol era suave y así teníamos todo el día por delante para las aventuras.
La decoración de la boda.
En la arena instalamos la carpa de bambú adornada con orquídeas blancas.
El ramo de la novia fue hecho de conchas.
Los invitados esperaban la aparición de los protagonistas de la fiesta.
Leonid apareció con la música del grupo musical los tamborileros y las bailadoras.
La aparición de la novia fue estupenda – ella salió sentada en un elefante enorme. Todos, sorprendidos, casi dejaron de respirar. Leonid quedo perplejo.. al final de la tarde él dijo que esto fue el momento más brillante de la boda!
La ceremonia fue muy emocionante, íntima y original. Fue la primera boda que yo hice de oficiante. Es muy responsable casar a una amiga.
Al decir los juramentos, los novios firmaron su primer libro familiar. En otras páginas de este libro Ana Antonova había unido las fotografías del archivo de Leonid y Dilyara, pero había dejado espacio para los deseos de los invitados.
Después de terminar la fotosesión nupcial, en un bar a la orilla del océano nos esperaba una lujosa tarta adornada de conchas.
Todo el día lo pasamos genial, por unos lugares hermosísimos, tomamos fotos, nos bañamos, descansamos.
Por la tarde en el lugar de la ceremonia, en la playa nos esperaba la cena a la luz de las velas. Los mariscos eran fresquísimos, el vino delicioso y el sonido en vivo de un grupo musical local. Dilyara y su hermana Karina también cantaron la canción «Kiss me». Cuando cayó la noche, instalamos una pantalla improvisada para ver el vídeo de la boda, que ya había terminado el videógrafo.
El fotógrafo nupcial: Ana Antonova y Edward Stelmah
El vídeo nupcial: Elnar Muhamedyarov y Denis Gúsev
La organización de la boda: Dariya Bikbaeva
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