Estamos casados desde hace unos años, y decidimos repetir el viaje al Maravilloso Mundo Nupcial. Francia es el país del amor, y si empiezas a mirar a tu alrededor con fantasía, pueden empezar  a pasar las cosas maravillosas:

- El auténtico coche de la película Marie Antoinette se acerca a la aparcamiento del castillo, el hombre del carruaje  nos abre la puerta y así empieza nuestro camino al país de las maravillas

- En el interior del castillo hay muchos retratos con personas muy parecidas a nosotros mismos

- Los parques eran lujosos con infinidad de laberintos, y en el lugar más escondido encuentras una mesa con una taza de café bien caliente y tu bizcocho favorito

- Un torneo medieval al final del cual vemos a mi marido quitando el casco del vencedor

Y lo que es más importante, es que el álbum familiar sigue llenándose de las fotografías nupciales, y nuestro hijo como testigo de todo  se convierte en un caballero de nuestro siglo.